Enganche con alma de barrio, nacido en Sarandí y curtido en mil batallas. Así es el “Pitu”, un 10 de los de antes, que hoy pone su talento al servicio del Club Ciudad.
🏁 De Quilmes al país entero
A Arnaldo González no le hace falta presentación para los que aman el fútbol con gusto a potrero. Zurdo, encarador, con esa pausa que hace que todo pare por un segundo. Nació en Sarandí, pero futbolísticamente se crió en cada baldosa de Argentina donde le tocó jugar.
Debutó en el 2009 con Quilmes, y desde ahí nunca paró: jugó en todos lados. Ascensos, descensos, bombazos de tiro libre y rabonas en partidos chivos. No siempre la tuvo fácil, pero el Pitu siempre se las rebuscó.
✈️ El recorrido de un número 10 de verdad
El Pitu nunca se quedó quieto. Pasó por clubes como Defensores de Belgrano, Santamarina, Patronato, San Luis de Quillota (Chile), Nueva Chicago, Central Córdoba de Santiago del Estero, San Martín de San Juan, Mitre de Santiago del Estero, Tristán Suárez y San Telmo, entre otros. Siempre con la 10 en la espalda, con la cabeza levantada y la jugada justa en los pies. Es de esos jugadores que todavía se animan a pedirla y hacer jugar a los demás.
⚽ Bolívar, una nueva historia
Llego en Enero del 2025, y en el Club Ciudad encontró un lugar para seguir disfrutando del fútbol. Y no sólo dentro de la cancha. Su experiencia, su voz en el vestuario y su manera de entender el juego lo convirtieron rápidamente en una referencia. La gente lo reconoce, los más chicos lo miran con admiración, y él sigue tirando paredes como si estuviera en el potrero.
En tiempos donde escasean los enganches, tener un jugador como el Pitu es un lujo. Representa a esa clase de futbolistas que hacen que valga la pena ir a la cancha: por su pausa, por su pase filtrado, por ese tiro libre venenoso que siempre amenaza con colarse en el ángulo. Pero, sobre todo, porque juega con el corazón.